martes, 28 de marzo de 2023

Redescubriendo el deseo I (fragmento +18)

 

¡Hola! 

Me alegra verte por aquí otro día más. Te aviso de que lo que escribo más adelante en el post, es una escena +18, así que debes tenerlo en cuenta, que yo no me hago responsable de nada jaja. 

También te cuento, que es solo la primera entrega, y que me he salido de lo que normalmente es mi forma de escribir, ya que mis historias las escribo en tercera persona y en pasado. Además de usar un narrador omnisciente. 

Me apetecía probar algo diferente, ya que este relato solo podrás leerlo aquí, en el blog. No forma parte de ningún proyecto que quiera publicar.

Dicho esto, solo me queda desearte que lo disfrutes, y espero que dejes un comentario contando qué te ha parecido este experimento.

 

Su mano rozó mi piel erizada por el deseo. Jamás había sentido una atracción parecida por ninguno de estos seres. ¿Quién, en su sano juicio, se enamoraría de un elfo? Sobre todo, si tienes en cuenta que te han enseñado a odiarlos desde que tienes uso de razón.

Pero él es diferente. Su mirada desprendía el fuego que generaba nuestro encuentro. Tenía el atractivo brutal de lo que sabes que está prohibido. Pero también cuenta con la erótica que aporta la posibilidad de que nos descubran. Si eso ocurriese, sólo los dioses sabrían el castigo que nos impondrían, tal vez, incluso la pena de muerte. 

Por fin mis labios fueron sellados con los suyos. Dioses, cómo deseaba a este hombre. Me faltaban segundos para poder recorrer cada centímetro de su musculoso y trabajado cuerpo. 

Era un elfo de los bosques, y, aunque yo no sabía exactamente en qué consistían sus sesiones de entrenamiento, sólo tenías que mirarle para saber que era algo muy exigente.

Mis dedos paseaban distraídamente por sus abdominales mientras en mi cuello sentía su aliento entre cortado. No sabía que esto podía ser tan excitante. No era la primera vez que me acostaba con alguien, pero si era la primera ocasión donde me sentía como ahora. Nunca había notado esta corriente eléctrica que recorría mi columna y desembocaba en mi entrepierna, sobre todo cuando sus manos moldeaban mi cuerpo como si realmente pudiesen darle forma. 

De un movimiento sumamente rápido se deshizo de mi vestido, que acabó en un rincón de la habitación, que era testigo de nuestra pasión desatada. Yo empecé a pelearme con el broche de su pantalón. 

—Maldita sea… —mascullé frustrada porque no podía deshacer el nudo que me separaba de aquello que quería poseer.

Con manos hábiles, apartó las mías y el obstáculo con el que peleaba dejó de existir. 

Me dejé envolver entre sus fuertes brazos, permitiéndole que me moviese por aquella habitación a la que habíamos subido la temperatura sin ningún tipo de miramientos. 

En uno de esos movimientos erráticos, me sentó encima de una mesa que ni siquiera sabía que estaba ahí. Cuando volví mi vista hacia su cuerpo, lo vi comiendo algo. ¿Eso era una galleta? ¿De dónde la había sacado?  

Supongo que por mi cara de confusión adivinó que no había visto el plato repleto de galletas, con un aspecto delicioso, pero yo prefería otro postre.

—Tienen buena pinta, pero tú me apeteces más.

Le miré con lujuria, mientras esperaba su respuesta, mi cuerpo le gritaba exigiéndole un nuevo contacto. No me parecía para nada justo que aquel dulce tuviese más su atención que yo. 

—¿Qué? ¿Quieres una?— musitó con parsimonia alzando una ceja.

—Preferiría comerme otra cosa la verdad, ahora que lo comentas... 

Ahí estaba. Su sonrisa torcida que tan sexy me parecía. Y por supuesto apareció otra vez esa corriente en mi columna. ¿Acaso no sentía el mismo deseo que me consumía y por eso paraba para comer una estúpida galleta?

—Cariño, no seas impaciente. Cuando acabe con mi tentempié, te comeré a ti, entera. Sin dejar ni una sola migaja que pueda saborear otra persona.

Esas palabras avivaron el fuego que sentía en mi interior. Su voz tan calmada y seria me erizaba la piel. ¿Cómo un hombre con tanto control podía desatar semejante caos?

Cuando solo le quedaba un pequeño trozo de galleta me lo metió en la boca, para acto seguido empezar a manosear mis pechos. Mis pezones hacía rato que estaban erectos, pero aquellos movimientos no ayudaban a rebajar la tensión.

Mi humedad protestaba con latigazos de sensaciones, exigiendo que le prestase la atención que merecía. Un gemido escapó de mi garganta mientras su áspera mano bajaba por mi abdomen. Aún no había llegado a la parte más interesante y mira cómo me tenía ya. Era una locura lo que conseguía hacerme sentir con un simple roce.

—¿Estás lista?

—Compruébalo tú mismo…

No acabé de decir la frase cuando su mano ya separaba mis piernas. Obviamente no puse ninguna resistencia. Deseaba tanto aquello que ni la presencia de los mismísimos dioses o los miembros del Consejo me habrían hecho cambiar de opinión. Sentía que podría estar todo mi pueblo allí presente, mirando, que detenernos no habría sido nunca una opción.

Dos de sus dedos juguetearon con mis labios antes de dejar que mi humedad los engullese.

—Dioses…—Mi voz sonaba tan entrecortada por la excitación que no estaba segura de sí lo había dicho o solo lo pensé.

—Qué maravilla, Aria. Es un placer que estés así para mí.

Gruñí cuando sus dedos abandonaron mi intimidad. Pero al ver la postura que estaba tomando, sabía que lo que venía a continuación justificaba este cese momentáneo del contacto.

Se arrodilló delante mía, apoyando cada una de sus manos en mis rodillas, para mantenerlas separadas. Un escalofrío recorrió mi cuerpo de arriba abajo, anticipándose a lo que me iba a hacer sentir aquel hombre.

Le miré a los ojos. Le estaba costando controlarse. Y no sabía si eso era bueno o malo, pero deseaba que por fin mis artimañas para conquistarle hubiesen funcionado. Quería que dejase de controlar la situación, no para tener yo el control, sino para que por fin se liberase.

Recorrió la escasa distancia que le separaba de mi entrepierna, cuando, relamiéndose los labios, como si fuese a comer su plato favorito después de mucho tiempo, y con aquella mirada fiera, de cazador, por fin hundió su cabeza entre mis piernas.

La vorágine de sensaciones que aquello me provocó me pilló desprevenida. Jamás, ninguna de las personas con las que había yacido, había sido capaz de arrancar de mi unos movimientos tan involuntarios, y ni por asomo, hacerme sentir que el placer iba a sobrepasarme, haciéndome explotar en mil pedazos.

Su lengua se movía, hábil, recorriendo mi sexo, cuando decidió que era momento de prestarle especial atención a mi clítoris.

—¡Oh, por favor! —grité arqueando mi cuerpo debido a los espasmos que me provocaba.

Perdí la cuenta de cuántos minutos se tiró jugando conmigo, pero cuando el orgasmo me golpeó pensé que me iba a desmayar. Esa intensidad no podía ser normal. O para mí, no lo era.

—Deduzco, por tu expresión, que te ha gustado…

No podía responderle, tenía que normalizar mi respiración, y agradecí que me concediera un momento para hacerlo. Me incorporé, apartando mi pelo de los hombros y poniendo mis manos en su pecho.

—Ahora me toca a mí divertirme.

—¿Acaso no te has divertido antes?

Sin mediar palabras, le empujé contra la pared que tenía a la espalda, y rápidamente le bajé aquellos malditos pantalones, que me impedían admirar la totalidad de su erección. 

Su mirada expectante junto con mi respiración aún entre cortada eran razón más que suficiente para hacer una pausa dramática. Cuando su cara de disgusto apareció, solo pude dibujar una sonrisa traviesa en mis labios, que ya estaban listos para empezar su juego. 

4 comentarios:

  1. Interesante, atrevido... Me recordó a Bronwyn y Arondir en lo último de Amazon 🙃. Creo que te has dejado llevar por la escena de una forma muy natural. ¡Excelente, Marina! 🙌🙌👏❤️ Aunque no soy de leer erótica, considero que la protagonista ha llegado demasiado rápido al clímax. Haber explorado en detalle las sensaciones, con más detenimiento ... Me he quedado más con las ganas de escucharla gemir a ella que del banana split que viene a continuación 👌❤️❤️🌋.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por tu comentario y por tus consejos. Lo tendré todo en cuenta para la siguiente parte ☺️

      Eliminar
  2. Me ha gustado mucho tu relato, con poco que has escrito transmites mucho. Y dejas con ganas de más al final. Espero la siguiente parte.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegra leer tus palabras, muchas gracias, de verdad ❤️

      Eliminar